Lughnasa en la Callaecia romana

El día primero de agosto en Lucus Augusti en el año 12 a.C.
El mes de agosto (en latín Augustus), era conocido hasta ese entonces como sextilis y recibió su nombre actual en honor a Augusto.

Octavio Augusto como pontífice máximo de la religión del imperio asumió su papel, no solo en lo referente a la religión oficial romana, sino también sobre los diferentes cultos existentes de los pueblos conquistados. Augusto hizo de la teología de los pueblos bárbaros herramienta para sacralizar su nuevo poder imperial.

Augusto debía de utilizar con cuidado la memoria de los últimos reyes romanos, causantes de innumerables conflictos civiles de Roma, pero en provincias, apeló directamente a la religiosidad de sus nuevos súbditos.

Los pueblos indígenas del norte de la Tarraconenesis eran entre otros; los llamados Galaicos, los Cantabros, los Astures y los Vacceos. Nos interesa remarcar en ellos unos cultos religiosos ancestrales comunes con otros pueblos de Europa central.

La Tène es la cultura celta de la segunda Edad del Hierro estructurada en tres o cuatro períodos. Se desarrolló entre la Hallstatt y la conquista romana (800 a 50 a.C.). Aquellos que compartieron esta civilización se destacaron por la elaboración de elementos comunes, como fuertes espadas, grandes escudos, hebillas destacadas, fíbulas, y construían sus fortificaciones de piedra en las zonas altas de su territorio.

Estos pueblos europeos que ocuparon la Galia, Germania y el norte de Italia, tuvieron en común a través de vínculos aun no del todo desentrañados, relación con los pueblos de Irlanda, Gales y Escocia, así como con los del norte de Hispania. Todos ellos forman los popularmente conocidos como pueblos celtas, aunque este término genera grandes desconfianzas entre los especialistas en la actualidad y se encuentra en permanente revisión.

La verdad es que aunque se desconozca la verdadera relación entre todos ellos, si está documentado que compartían, además del océano que baña sus tierras, muchos aspectos culturales comunes.

En su religión, un dios ocupaba el más alto escalafón, Lugus era el nombre galo, Lugh, el irlandés y el gales, Lleu.


Lugh

Lugus, regente del universo y rey de los dioses, dios de todas las artes y las ciencias, de la tierra, del comercio, de los viajes, de la invención, de la acuñación de moneda. Lugus es el dios que ve lo oculto, "el que ve más allá de las paredes"

La palabra "lugos", de donde derivó el nombre del dios, quería decir también cuervo, y se creía que el lugar donde fue edificada Lyon fue localizado por esos pájaros.
Era diestro con la honda y con su lanza mágica de cinco puntas que rugía y echaba fuego, que fue traía desde la sagrada ciudad de Gorias. Su arco era el arco Iris y la Vía Láctea era llamada en Irlanda la cadena de Lugh.
Lugus era representado en muchas ocasiones con símbolos dobles, dos hojas a ambos lados de su cabeza, y en algunos casos como una serpiente de doble cabeza.
Queremos señalar las muchas similitudes en características y representaciones existentes entre Lugus y Ianvs, el dios romano de origen etrusco, que seguramente compartieron un mismo ancestro en la época de las invasiones indoeuropeas.

Lugus y Ianus compartían entre sus características la de ser el dios-rey de sus pueblos, la de soportar el equilibrio del universo, ser los dioses de las artes, los fundadores de ciudades capitales y tenían la posibilidad de ver el futuro, además de compartir las celebraciones equinocciales y solsticiales.

Muchos historiadores asocian a Lugus con el dios romano Mercurio, principalmente por un comentario escrito de Julio Cesar que relaciona a ambos dioses y su atención al comercio. Pero creemos que en este caso la opinión de Julio Cesar carece de fundamento, frente a las muchas evidencias a favor de Ianus.

Lughnasa
Entre éstas, el Lughnasa del día primero de agosto, al concluir las cosechas, se celebraba el festival de Lugus, el dios-rey. En esta celebración, la más importante para estos pueblos, se celebraba el hierogamos o matrimonio sagrado de Lugus con la Tierra.

Lugus al igual que Ianus, fue fundador de muchas ciudades señaladas a los augures por el vuelo de las aves, sirvan como ejemplo en la Galia la principal, Lyon (Lugu-dunum , dunon significa "fortaleza"), pero también da su nombre a Laon y, Leignitz (Silesia), Leiden (Holanda) y en Callaecia, Lugo.

Augusto, pontífice máximo de la religión en el imperio, y verdadero conocedor por ello de los cultos oficiales y paganos, no tuvo duda en reconocer a Lugus como una representación más de Ianus. Ambos dioses pueden ser clasificados como dióscuros, eran dioses gemelos representantes del pueblo productor. De Augusto dependía en Roma el culto a Ianus y él conocía perfectamente la trascendencia de su significado sagrado.


Sacramentum de Lugdunum

Augusto fundó el nuevo culto imperial personalista, la adoración en occidente hacía su persona, en Lyon (Lugdunum "la ciudad de Lugh"). En el día primero de agosto del 12 a. C. con la inauguración por su hijastro Druso del santuario federal de las Galias usurpando el lugar del dios galo, Lugus, en el Lughnasa. Ese día le estaba consagrado y las ceremonias religiosas que se celebraban, atraían a multitud de personas, convirtiéndose en ocasiones en asambleas públicas en las que el comercio, los asuntos políticos, los juicios y los juegos se repartían la atención de los congregados.

Augusto estableció así un nuevo culto, en la fiesta celebraba en Lugudunum, capital de la Galia romana, y así dirigir hacía su persona el rito sagrado que consagrada al más popular de los dioses galos con la intención de recabar hacía sí la fidelidad de sus súbditos. Augusto usurpaba la figura del dios-rey galo colocándose él al frente.

El 1 de agosto, 12 a.C. Druso en el Festival del Lughansa, el santuario federal de las Galias en Lugdunum, constituye el Ara Augusti y en él representa a Augusto y le hace coronar ante la multitud asistente como el dios galo Lugh. El acontecimiento materializa el pacto de gobierno de los Galos con Augusto. Existen muchas referencias numismáticas del acontecimiento. En todas ellas, en el anverso figura la imagen de Augusto como hijo de Julio Cesar padre de la patria y conquistador de la Galia, y en el reverso se representa el altar de Lugdunum con dos columnas a los lados sobre las letras ROM ET AVG.


Lughnasa de Augusto - Ofrenda del Altar

Lucio Anneo Floro, africano que vivió en Tarraco durante el mandato de Adriano, escribió sobre la campaña de las guerras cántabras resumiendo la obra de Tito Livio, quien si estuvo presente en ellas, y que ha pasado a la historia con el título de "Epítome de la Historia de Tito Livio". Reproduzco un extracto del capítulo final:

"Así concluyó Augusto sus empresas bélicas, así también las rebeliones de Hispania. En adelante se mantendrían leales y en paz constante, ya fuese por su propio talante, más dispuesto para las artes de la paz, ya por el plan de Augusto, que, recelando del abrigo de los montes en que se refugiaban, les ordenó que habitasen establemente las ciudades romanas, que se hallaban en la llanura y que allí residiese el consejo del pueblo y se guardase por capital.
Favorecía este designio la naturaleza del país pues toda la región en torno contenía en abundancia oro, bórax, minie y otras materias colorantes. Por ello Augusto mandó explotar el suelo. Así, trabajando penosamente bajo tierra, los astures comenzaron a conocer sus propios recursos y riquezas al buscarlas para otros."


Los textos de Tito Livio desdichadamente se han perdido en su mayor parte, pero en el de Anneo Floro podemos leer como el plan de Augusto para el mantenimiento de la paz en el territorio es claro. La paz fue el resultado de un pacto entre el emperador y los jefes indígenas, que a cambio de residir estos en las ciudades y campamentos romanos y de trabajar la población en las explotaciones mineras, Augusto otorgaba a sus interlocutores la jefatura y capitalidad del territorio.

Este tipo de pacto recibía en la antigüedad el nombre de Sacramentum; sacramento significaba pacto sagrado.

En tiempos de la república lo que se confiaba al templo para que quedase custodiado mientras se dirimía un juicio, lo llamaron sacramentum. Ese fue el primer significado; el sacramentum posteriormente derivó en promesa, juramento, compromiso. Así llamaron sacramentum al juramento militar o al compromiso que se adquiría al ser alistado. Desde el mandato de Augusto se llamó también sacramentum a cualquier género de pacto, compromiso o juramento ante los dioses.

Augusto necesitaba mantener la paz en los territorios vencidos a toda costa, pues además de estar en juego su prestigio, necesitaba de las legiones y recursos financieros para los conflictos en Germania y contra los retios y los panonios.
Para ello envió a dos de sus hombres de confianza y que pertenecían a la orden ecuestre, su hijastro Druso y el legado Paulo Fabio Máximo, a los territorios recién apaciguados de la Galia Celta y al N.O. de Hispania a realizar acuerdos de compromiso de gobierno con los jefes indígenas de ambos territorios y completar éstos con rituales religiosos de usurpación de la imagen del dios nativo Lugh por la del propio Augusto. Ambos acuerdos tuvieron el valor de sacramentum con el Pontífice Máximo de Roma.

Asturica et Callaecia, año 12 a.C.
Paulo Fabio Máximo, por mandato de Augusto, concreta con los pueblos indígenas de la región el sacramentum que establece el pacto de su relación futura.
Este juramento sagrado entre Augusto y los habitantes de las “Asturica et Callaecia” establece, tal como describe Lucio Anneo Floro, que en adelante se mantendrían leales y en paz constante, que habitarían establemente las ciudades y campamentos romanos, y que en ellas residiría el consejo del pueblo y una de ellas sería capital.
Existen referencias numismáticas de este sacramentum donde en el anverso aparece Augusto como Pontifice Máximo, y en el reverso de manera similar a Lugdunum por ser acontecimientos cronológicamente paralelos, la ofrenda sagrada a Roma y Augusto.


Sacramentum de Lucus Augusti

Es importante señalar que mientras en las monedas de Lugdunum, Augusto se presenta por su relación con Julio Cesar, héroe de la Galia, en Callaecia, en el Ara Augustae, este se presenta como Pontífice Máximo, máxima autoridad de la religión. En cada lugar como la máxima autoridad más adecuada.
Recientes hallazgos de una tabula hospitalis han permitido comprobar la existencia inicial de un conventus denominado Arae Augustae precursor de la posterior división conventual llevada a cabo por Paulo Fabio Máximo.

Para materializar dicho compromiso sagrado, Augusto ordena a su legado, Paulo Fabio Máximo, fundar tres nuevas ciudades y nombra a Lucus Augusti, Bosque Sagrado de Augusto, capital del territorio del convento Lucense e iniciando inmediatamente los trabajos de construcción de la nueva urbe.

Así pues, la fundación de la nueva ciudad de Lucus Augusti en Callaecia tuvo un valor ritual equiparable al realizado en ese mismo año en la ciudad de Lugudunum. De esta manera Augusto reforzaba su posición sagrada frente a los pueblos de la región en Callaecia y Asturica, asegurándose así su fidelidad y cooperación.
Además el emplazamiento logístico de la nueva ciudad-templum, en el centro de unas ricas tierras en recursos agropecuarios, permitía que esta funcionase como mercado central de todos los alimentos que luego serían consumidos por los trabajadores de las minas existentes en Asturica. Siendo Lucus Augusti, capital religiosa del N.O., y centro de operaciones para los legados del emperador.

La ciudad de Lucus Augusti congregaba en su fundación varios aspectos sagrados de la tradición romana. Su cosmografía a Ianus, dios del equilibrio del universo, como puerta a lo celestial, realizada de acuerdo a las ciudades templum del rito de los Collegia Fabrorum y su directa dedicación al emperador recibiendo el singular nombre en el imperio de Lucus Augusti.

Como hemos visto en el año 12 a.C., Augusto usurpó la simbología de Lugus, dios indígena principal en la Galia, asumiendo la máxima posición en la jerarquía sagrada indígena.

Así pues, la fundación de la nueva ciudad de Lucus Augusti en Callaecia, (bosque sagrado de Augusto en latín), tuvo un valor ritual equiparable al realizado en ese mismo año en la ciudad de Lugudunum. De esta manera Augusto reforzaba su posición sagrada frente a los pueblos de la región en Callaecia y Asturica asegurándose así su fidelidad y cooperación.

No olvidemos que un territorio como el de Asturica paso de ser el más rebelde a los ejércitos de Augusto, a el mayor productor de riquezas para el emperador a través del esfuerzo de los trabajadores libres en sus minas. Este cambio de actitud fue sin duda producto de una inteligente e interesada actuación sobre los ritos indígenas para conseguir su fidelidad religiosa.

La elección del nombre de la nueva ciudad de Lucus Augusti permite comprobar la acertada manipulación de los símbolos por parte de Augusto, identificando su persona con la deidad de Lugus, con similar intención a la usurpación en el Lughnasa pero mucho más sutil. La nueva ciudad, señalada por los augurios de las aves, es fundada por el nuevo dios Lugus y recibe su nombre. No es difícil imaginar el uso por los nativos como nombre de la ciudad el de Lugus Augustus, en lugar del latino original Lucus Augusti.

Augusto se aseguraba con la fundación de la nueva ciudad las garantías necesarias para el contento de los dioses romanos y el contento de los hombres galaicos, aunando la devoción de todos hacía su persona con lazos mucho más fuertes que las legiones.

Callaecia, herencia viva
Desde hace dos mil años, y ahora cada 25 de julio, siete días antes que el antiguo 1 de Agosto, el territorio del convento lucense sigue celebrando el día sagrado del verano asociado al sol y a la cosecha, con bailes, ceremonias, juramentos y ofrendas a lo sagrado.
El Día Nacional de Galicia, conocido también popularmente como Día de Galicia, tiene un antecedente en las “Ofrendas del Reino de Galicia al Santisimo Sacramento” en Lugo.
La ciudad fundada en el año 12 a.C. recibe aun hoy, después de más de dos milenios, el nombre de Lugo, rey de los dioses, y cada año los príncipes del territorio del convento presentan ante el “Sagrado Altar” de la ciudad su ofrenda floral de reconocimiento y soberanía.

Celebración de carácter religioso que en la ciudad es muy importante, dada la íntima unión de la ciudad al Santísimo, como lo manifiesta el privilegio que tiene la Catedral lucense de su continua exposición lo que dio origen al escudo de Galicia.
Desde 1669 la Junta del Reino de Galicia acordó instituir una Ofrenda al Santísimo Sacramento, que se renueva desde entonces cada domingo siguiente a la festividad del Corpus y que es efectuada cada año por el alcalde de una de las siete capitales del Antiguo Reino de Galicia, que son A Coruña, Betanzos, Lugo, Mondoñedo, Ourense, Tui y Santiago.
Son los alcaldes de las ciudades gallegas actuales los sucesores de los príncipes de la Galicia Romana..
Esta ceremonia se desarrolla desde hace más de tres siglos siguiendo el mismo protocolo y sin apenas cambios en su estructura:

La ofrenda del Antiguo Reino de Galicia es uno de las ceremonias más longevas de la tradición popular y religiosa gallega ya que cuenta con más de tres siglos de historia -únicamente no se celebró durante los años de la II República-. En este acto, los alcaldes de las siete capitales del antiguo reino gallego -Lugo, Santiago, A Coruña, Ourense, Betanzos, Mondoñedo y Tui- se turnan para hacer la tradicional ofrenda al Santísimo Sacramento expuesto de forma permanente desde 1669 en la Catedral de Lugo.
El ceremonial propio de este acto, que coincide siempre con la Infraoctava del Corpus, comienza la víspera, día en que aquel de entre los alcaldes que es nombrado delegado regio acude a la Catedral de Lugo acompañado por la Corporación municipal. Al día siguiente, jornada central de la celebración, el alcalde y la corporación lucense -que en este caso era la protagonista del evento- recibe en el Consistorio a los alcaldes de las otras seis antiguas capitales. Desde el ayuntamiento parte la comitiva, que en su periplo hasta la catedral atraviesa el centro de la ciudad, escoltada por la policía municipal de la ciudad oferente y el cuerpo homólogo lucense vestidos de gala.
A la llegada de la comitiva a la Catedral se interpreta el himno del Antiguo Reino de Galicia -que se vuelve a repetir a la salida- y, aún en el exterior, la comitiva es recibida por el Cabildo. En el interior reciben, posteriormente, a las autoridades locales los obispos de la diócesis gallegas (Lugo, Mondoñedo-Ferrol, Tui-Vigo, Ourense y Santiago), el Abad mitrado de Samos y, en algunas ocasiones, el Obispo de Astorga, ya que parte de la provincia de Ourense pertenece a esta diócesis leonesa.
Tras la ofrenda del alcalde al Santísimo Sacramento y la respuesta del obispo de su diócesis, todos los asistentes reciben la bendición papal y el acto finaliza con el regreso de la procesión al Ayuntamiento una vez finalizado el acto eucarístico.
Este acto tan importante conserva, tanto en su ceremonial como en la composición de los asistentes, aspectos de similar valor iconográfico a las ofrendas ante el altar de Roma y Augusto llevadas a cabo por los príncipes de la antigua Galicia Romana.

© Carlos Sánchez-Montaña

Pons Naviae, una hipótesis sobre su emplazamiento

Este texto pretende llamar la atención sobre un territorio que de manera involuntaria ha sido olvidado en el estudio de las vías romanas del N.O., pero que en su origen tuvo una importancia destacada en función del papel logístico que jugaba en el imperio romano.



Las vías romanas en la Gallaecia partían de Bracara Augusta, capital del Conventus Bracarum. Desde esta ciudad se fijó el punto de partida de las diferentes vías de comunicación romanas referidas al itenerarium de Antonino:
Vía XVI - Bracara Augusta con Lisboa pasando por Oporto y Coimbra.
Vía XVII - Bracara Augusta con Asturica Augusta por Póvoa y Chaves.
Vía XVIII - Bracara Agusta con Asturica Augusta por Aquis Querquennis y Orense.
Vía XIX - Bracara Augusta con Lucus Augusti por Tuy, Aquis Celenis, Caldas e Iria Flavia.
Vía XX - Bracara Augusta con Lucus Augusti "per loca marítima" por Tuy y por el litoral y Brigantium.

La mayoría de los estudios emplazan la comunicación entre Lucus Augusti y Asturica Augusta a través de la prolongación de la Vía XIX.
Esta vía transcurría cercana al itinerario de la vieja nacional VI. Muchos autores colocan a Pons Naviae (punto central de este trayecto) con una gran interrogante en la vía XIX, y no existe un claro emplazamiento para este enclave; algunos lo situan al S.O. de los Ancares, cercana a la actual Becerrea.


¿Vía per loca marítima?

Si observamos el mapa grafiado en el siglo XIX en Inglaterra podemos aventurar otra alternativa:
¿Podría ser que existiera una "vía per loca marítima" entre Lugo y Astorga?

Vía per loca marítima entre Lugo y Astorga
Esa vía necesariamente buscaría el lugar por donde poder acceder de manera directa desde ambas ciudades al Cantábrico y que además sirviera de puerto fluvial a las cuencas del Navia y el Ibias, de gran importancia en la producción minera del siglo I y II.

Este Pons Naviae tendría que estar al norte de los Ancares, librando de las dificultades montañosas de la zona y ser navegable (Naviae posee una etimología confusa pero recurrente con la navegación).
El caudal fluvial debía de posibilitar la comunicación por barcaza directamente con la costa y tener la construcción de ingeniería romana (el puente) la identidad suficiente para ser nombrado como enclave. Al suroeste de los Ancares el río Navia no posee caudal suficiente para calificar a un puente como singular.

Así el mapa del siglo XIX que adjuntamos tendría un sentido. En él podemos observar como el territorio entre los conventos Lucense y Asturicense posee una vía de comunicación con salida al mar, al estuario del Navia y por mar al puerto de Gijón.

Una vía entre Lugo y Astorga "per loca marítima" a imagen y semejanza de la vía XX, posibilita una comunicación racional del territorio, y provee de una correcta infraestructura viaria a un territorio de gran importancia logística para el imperio.

En este territorio así comunicado se establecían numerosas explotaciones mineras y metalúrgicas, que proveían al emperador de oro y armas. No hace falta señalar la importancia de estos productos en ese momento histórico.


Hipótesis sobre el emplazamiento de Pons Naviae

Hasta la fecha no se ha resuelto de manera satisfactoria la vía que este territorio del Navia debería de tener. ¿Es quizás el mapa del siglo XIX la solución a la incógnita sobre el emplazamiento de Pons Naviae?

Triángulo defensivo
Con la ayuda de la cartografía moderna hemos emplazado el antiguo Pons Naviae en la confluencia de los ríos Navia e Ibias en el municipio de Neguerira de Muñiz. En ese lugar se puede comprobar la existencia de tres pequeñas aldeas (Ouviaño, Pena Nogueira y Calabreo) que poseen entre sí una relación geométrica perfecta de un triángulo equilátero de 1 milla romana de lado y que de manera estratégica controlan la confluencia de las cuencas fluviales.


Confluencia del Navia y el Ibias

Podría emplazarse Pons Naviae en uno de estos tres enclaves, cruzando un puente el rió Navia en un lugar que quedase protegido por este hipotético triangulo defensivo. No olvidemos que las mercancías que llegaban a este lugar tenían un valor estratégico principal.


Triángulo defensivo

Aun hoy es posible recorrer en algunos tramos el trazado de esta vía entre Lugo y Astorga "per loca marítima". Desde Fonsagrada a Lugo encontramos en Castroverde calzada de manufactura impecable. Más complejo es el trazado desde Marentes hasta Astorga, la dificultad orográfica unido al olvido secular de este territorio hace su reconocimiento más dificultoso.

Pons Naviae adquirió durante los dos primeros siglos de nuestra era una gran importancia estratégica. Era el punto de confluencia entre las dos capitales de los conventus Lucense y Asturicense con su salida directa al mar Cantábrico. Siendo así la manera más rápida de conectar las capitales con el resto del Imperio para el transporte de mercaderías valiosas.

Este texto pretende llamar la atención sobre un territorio que de manera involuntaria ha sido olvidado en el estudio de las vías romanas del N.O., pero que en su origen tuvo una importancia destacada en función del papel logístico que jugaba en el imperio romano.

Mapa de la Gallaecia Romana

Mapa grafiado en el siglo XIX.
Jim Miller lo escaneo y Bill Thayer lo expone en su web:
(c) http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/home.html

Solsticio de verano en "Penas de Rodas"

Solsticio es un término astronómico relacionado con la posición del Sol en el ecuador celeste. El nombre proviene del latín solstitium (sol sistere o sol quieto).



Vídeo: SOLSTITIUM
Director: Carlos Sánchez-Montaña
Música: Paul Mounsey
Tema: The bridge (El puente)
Albun: City of Walls (Ciudad de murallas)

La "Penas de Rodas" son dos enormes piedras de granito, casi perfectamente esféricas, asentadas sólo sobre bases muy pequeñas, que parecen estar a punto de caer rodando, lo que impresiona bastante al acercarse a ellas.

El nombre de "Penas de Rodas" "Piedras de los Círculos" se debe a la ubicación natural en el lugar de dos moles graníticas (bolos de disyunción), que desde su elevado emplazamiento (619 m.) dominan una amplia panorámica de la penillanura de la "Terra Chá" de gran valor agropecuario. Ubicadas en el monte, en medio de un pinar, es un lugar propicio para el descanso y el ocio. Se cuentan varias leyendas sobre el lugar, que hacen referencia a las grandes piedras de forma redondeada casi perfecta: una de ellas cuenta que una de las dos piedras está llena de alquitrán y si rompiese, se inundaría toda la zona. La otra comenta que una de las piedras está llena de oro, y el que lograse romperla lo encontraría y se haría rico. En el lugar se celebra la concurrida romería de Penas de Rodas, el domingo anterior al 12 de agosto.

El origen de este tipo de formaciones se basa en la acción biogeoquímica del agua sobre la piedra granítica, y es típico de Galicia y el norte de Italia.



Penas de Rodas como "Kara-bolis"


Los garabolos como centro
El centro geométrico del castellum de Ciricine era el alto de Garabolos.
Ese lugar recibe aun hoy en día los topónimos de Garabolos ó Garaballa, ambos nos dan idea de su antigüedad y de su posible existencia en el momento de la colonización del territorio por las tropas de Augusto.
Garabolos y Garaballa comparten un mismo origen etimológico: kara-bolis "bolido de piedra". Piedra caída del cielo. Meteoro.

La presencia a escasos Km del "centro" de Garabolos, en Galloso de Outeiro de Rei, del doble tótem de las "Penas de Rodas", con un posible altar asociado a él, y que posiblemente relaciona el centro del castellum Circine, (cículos trazados con compás), con los dos príncipes coporos enterrados en Lucus Augusti en el siglo I d.C. y los dos monumentales callaos. Posiblemente los bólidos de Galloso fueron un santuario asociado a este centro y a sus príncipes.(1)


Puesta de sol del solsticio de verano


Santuario astronómico
Modestas investigaciones astronómicas sobre la orientación de las "Penas de Rodas" apuntan a que éstas se encuentran orientadas hacia la puesta de Sol en el solsticio de verano y la salida solar en el solsticio de invierno y según el horizonte del lugar. A través de esta investigación personal, concluyo que las "Penas" podrían haber sido utilizadas como estación astronómica para la predicción de fechas claves del ciclo agrícola y en consecuencia para establecer un calendario.

Circine, territorio del pueblo Coporo, tenía una enorme importancia como proveedora de recursos agropecuarios en la Callaecia romana.

Los solsticios son fechas importantes pues indican la entrada al verano o invierno. El solsticio de verano (alrededor del día 22 de junio) es el día con la noche más corta (más horas solares) mientras que el solsticio de invierno (alrededor del día 21 de diciembre) es el día que tiene la noche más larga

El conjunto "Penas de Rodas" cuenta además de los dos enormes callaos, con otras rocas complementarias con formas muy evocadoras:
Situada hacía el Oeste de las principales, una con forma triangular, que asemeja un fiel o mira, y que señala la dirección exacta de la puesta del sol en el solsticio de verano.
Y en dirección Este, los restos de una grada semicircular permite sugerir el lugar donde la puesta de sol del solsticio puede ser observada por los asistentes en este momento mágico tan señalado.


Foto aérea del conjunto



Esquema geométrico del observatorio astronómico
El círculo de mayor tamaño posee un radio de 100 codos (aprox. 44,4 m.) y el menor de 50 codos.
La relación entre la roca de forma triangular situada al O. y la grada en forma de arco, situada al E., se establece por las líneas de fuga trazadas desde la mira de piedra y pasando por el centro de los "bolos". Estas líneas de fuga delimitan la forma del arco de la grada de observación.
El conjunto posee una exacta geometría y aún son observables parte de sus elementos principales.



Piedra en forma de mira



Restos de grada en forma de arco circular




© Carlos Sánchez-Montaña- 2007

NOTAS
(1)Los Príncipes Coporos de Lucus Augusti. Carlos Sánchez-Montaña

Santa Eulalia de Bóveda y Santa Marina de Aguas Santas

Santa Eulalia de Bóveda en Lugo y Santa Marina de Aguas Santas en Orense poseen en común, aun hoy en día, algunos de los elementos principales del culto a Cibeles.


BOVEDA Y AGUAS SANTAS

Los orígenes de ambos santuarios son anteriores a la romanización, los pueblos castreños que habitaban ambos territorios en castros cercanos tenían entre sus creencias las dedicadas a las piedras sagradas o betilos. En Bóveda existía la “Pena Piador” que cantaba como un ave invisible a los devotos y en Aguas Santas aun hoy podemos oír y ver a la enorme roca que tañe como una campana y a la “Santa Pedra” que posee forma de oreja y que escucha las peticiones hacía el mas allá.

Ambas capillas están dedicadas a Santa Eulalia, en Lugo la virgen mártir es la titular, y en Orense la advocación a Santa Eulalia se ha perdido y hoy en día no existe recuerdo de ella, pero gracias a una cita a Muñoz de la Cueva sabemos que también el culto a Eulalia “la que bien habla” tuvo lugar en Aguas Santas.

“El mausoleo como la iglesia es maravilloso, y siguiendo con las descripciones de Muñoz de la Cueva copio lo que dijo en su época sobre este sepulcro, allá por el 1700:
"Casi en el medio de la Nave del lado de la Epístola, está el sepulcro de nuestra Sancta Gloriosa, poco levantado del suelo, y cubierto con una piedra, ó lápida, algo mayor que las de las comunes sepulturas. Circunda y rodea la Sepulcral lapida, un basamento de piedra labrada, de ordinaria cantería, y sobre él ocho columnas, en cuyos capiteles se fundan tres bóvedas de la misma piedra; y debajo de ellos, sobre pedestales dorados, ay tres efigies, una de Santa Marina, en medio, y a los dos lados, las de Santa Marta y Santa Eulalia de Mérida. Corona todas esta fábrica y bóvedas un cimborrio, labrado de madera, con su adorno todo pintado".


BOVEDA Y AGUAS SANTAS

El Santuario a Cibeles de Aguas Santas se diferencia de Santa Eulalia de Bóveda en que en Lugo, el edificio del santuario, posee una altísima especialización arquitectónica y resuelve las necesidades del culto de una forma altamente sofisticada, mientras que en Orense el santuario, en su origen una sencilla cripta de pequeño tamaño, se transformo con el tiempo en un edificio más monumental sin escatimar en dimensión y riqueza de material, la comparación entre ambos es realmente emocionante, comparar ambas criptas pone los pelos de punta.
Ambos santuarios acondicionan con su forma arquitectónica el lugar donde el devoto recibía el bautismo de sangre con propiedades curativas.

Durante los primeros siglos de nuestra era Cibeles fue la principal divinidad en Hispania y su culto estuvo muy extendido en todo el territorio peninsular.

En la Roma del siglo II y III d.C., puede decirse que las "Attideia" se celebraban con gran esplendor, hasta el punto de que el Emperador, el Senado y el Prefecto de la ciudad, se dirigían al Palatino para honrar y dar gracias a la Mater Salutaris entre las aclamaciones del pueblo. Las fiestas frigias se celebraban todos los años del 15 al 28 de marzo. A partir de Antonino su culto tuvo ritos secretos (misterios).
La ceremonia en torno a la cual giraba todo el proceso iniciático era el bautismo de sangre que el neófito recibía del sacrificio de un toro, taurobolium, o de un carnero, criobolium. Etimológicamente, Taurobolio significa caza del toro con red y Criobolio caza del carnero. En el ritual frigio tanto el toro como el carnero eran degollados y el bautismo de sangre recibido por el devoto curaba enfermedades e incluso la muerte

En Aguas Santas, se practicaba de manera ceremonial el taurobolio o sacrificio de sangre, podemos ver el dibujo de la especialista Pilar González Serrano que lo describe de manera esquemática y de forma similar a como en un principio era en Orense.


TAUROBOLIO

En la parte superior y sobre el llamado “Horno de la Santa”, donde se encuentra la chimenea, se emplazaban unas maderas perforadas sobre las que se colocaba el toro en el momento de ser sacrificado. En la cripta de la planta inferior en la que se encontraba el devoto sobre un suelo de piedra que recogía la sangre a través de un sumidero siempre con agua corriente.

En el exterior del conjunto monumental queda evidencia de una edificación con una gran nave que pudo en su tiempo proteger el lugar del sacrificio y a los sacerdotes que lo practicaban así con las escaleras que comunicaban los dos niveles del edificio.

En Bóveda el taurobolio consistía en el sacrificio de un toro en la planta alta del edificio, sobre la parte central de la cripta y sobre el hueco que permitía la caída de la sangre del animal sobre la piscina de la planta inferior. Una vez muerto el animal, los sacerdotes bajaban por una escalera de comunicación. que existía en el muro oeste del santuario, un recipiente con los órganos sexuales del toro y lo colocaban en las hornacinas que existen en los muros laterales de la cripta, a ambos lados de la piscina.


BOVEDA Y AGUAS SANTAS

Es muy importante que exista un sistema que permita recoger la sangre del sacrificio y sanear el santuario para su nuevo uso. Tanto en Lugo como en Orense existe agua subterránea que a través de un canal de saneamiento permite la limpieza permanente del suelo de la cripta. Las piscinas de la diosa nunca se secan y aun hoy es evidencia el agua que mana en el interior de las dos criptas.

Posteriormente con la llegada del cristianismo el culto del bautismo de sangre desapareció y se transformo el ritual sagrado con el agua del lugar.

Cibeles en su ritual antiguo tiene un momento en que la imagen en piedra de la diosa es bañada en agua:
El día veintisiete de marzo se celebraba el festival de exaltación de Cibeles.
Finalizaba esta festividad con una procesión en la que la imagen en planta de la Diosa, con su cara tallada en piedra negra, era conducida en un carro de plata hasta el río Almo, en cuyas aguas se bañaba. El sacerdote, vestido de púrpura -el color de la Diosa-, lavaba la imagen y demás objetos sagrados. Con este rito se aseguraban la lluvia y la fertilidad de los campos.
"Unas mujeres con vistosas vestiduras blancas, con alegres y variados atributos simbólicos, llenas de floridas coronas primaverales, iban caminando y sacando de su seno pétalos para cubrir el suelo que pisaba la sagrada comitiva. Otras llevaban a su espalda unos brillantes espejos vueltos hacia atrás: en ellos la Diosa en marcha podía contemplar de frente la devota multitud que seguía sus pasos." (Apuleyo)

Existe la imagen de Cibeles en Aguas Santas tallada en piedra, en un ara romana con la imagen de una diosa sentada que se encuentra a la izquierda de la nave central. Es el perfil de la diosa Magna Mater. La Piedra Cúbica: "Es esencialmente una 'piedra de fundación'; es pues ciertamente 'terrestre', como lo indica por otra parte su forma, y además la idea de 'estabilidad' expresada por esta forma misma conviene perfectamente a la función de Cibeles en cuanto 'Madre Tierra', es decir, como representación del principio 'substancial' de la manifestación universal.” (R. Guénon)



BOVEDA Y AGUAS SANTAS

En Bóveda encontramos en el pequeño atrio de entrada dos relieves sorprendentes de dos aves zancudas similares a un avestruz. Una de ellas, la más oculta a la vista, se encuentra encaramada a una piedra sobre una esbelta columna. Ambas imágenes hacen referencia Cibeles-Rhea la diosa Griega, que era representada por un avestruz, el ave conocida de mayor tamaño en la antigüedad.

Tanto en el santuario de Santa Eulalia de Bóveda en Lugo como en el de Santa Marina de Aguas Santas en Orense se mantienen las propiedades curativas que en época romana se le suponía a los bautismos de sangre y que desde el cambio de culto cristiano se basaron únicamente en el agua que mana en ambos lugares, el ritual practicado es similar al descrito en la celebración del día de veintisiete de marzo en la antigüedad.

© Carlos Sánchez-Montaña

Más información sobre Santa Eulalia de Bóveda:




Más información sobre Santa Marina de Aguas Santas:

Cibeles-Rhea reina de las aves y Santa Eulalia

Cibeles-Rhea la reina de la aves
En el pequeño atrio de entrada de Santa Eulalia de Bóveda de Lugo, y ocultos a la directa mirada desde el exterior existen dos relieves sorprendentes, a la izquierda y derecha podemos ver dos aves zancudas similares a un avestruz.


Dos aves esculpidas en los muros de Santa Eulalia

Una de ellas, la más oculta a la vista, se encuentra encaramada a una piedra sobre una esbelta columna.
Ambas imágenes hacen referencia Cibeles-Rhea la diosa Griega, que era representada por un avestruz, el ave conocida de mayor tamaño en la antigüedad.

No es casual que estas aves reciban en la actualidad el nombre científico en su orden (rheiformes), familia (rheidae) y especie (rhea).
Cibeles-Rhea es la reina de las aves. Los cantos proféticos de las aves nos dan vaticinios en sus santuarios.

Uno de los avestruces se encuentra encaramada sobre una piedra en una esbelta columna.
Esta imagen concuerda con el conjunto escultórico que existe en el fondo de la cripta como objeto de culto: la "Piedra Negra", considerada de origen celeste y tenida como epifanía de la diosa Kybéle.
Es la representación antropomorfa de la diosa Cibeles.

Y que aun puede verse en el reverso de una moneda de bronce de época de Augusto, acuñada en Pesimnunte con la representación de un altar coronado con la piedra negra y un bucráneo de ciervo.

Los avestruces del atrio exterior son guardianes de las aves del interior.


Las pinturas de la bóveda interior

En el interior de la cripta existe en su bóveda un maravilloso conjunto mural, que representa las sibilas en forma de aves. El conjunto posee perdices, faisanes, gallináceas, pavos reales, palomas, un ganso y un pato, todos ellos entre motivos vegetales estilizados que representan el árbol sagrado de Atis, el pino y su fruto. La representación pictórica hace referencia directa a la relación que las aves y sus cantos tenían con el santuario y su funcionamiento como oráculo.
Las aves vivas permanecían ocultas a la vista de los devotos y sus cantos proféticos resonaban sobre las pinturas de la bóveda en el interior de la cripta.


Las aves ocultas en el santuario

En Roma la adivinación mediante el vuelo o canto de las aves estaba a cargo de magos que en su mayoría eran procedentes de Grecia, Asia Menor y Mesopotamia.

El cristianismo consideró diabólico estos oráculos, pero muchos Padres de la Iglesia, y autores cristianos, admitieron que las sibilas habían dado testimonio de Cristo. En los siglos II y III d. C. la Iglesia reconoció estos oráculos, aunque cristianizándolos. En el Concilio de Nicea el propio Constantino recurrió a estos oráculos, e incluso san Agustín colocó a la Sibila en la Ciudad de Dios.

Los cantos proféticos fueron asimilados por el cristianismo, están incluso presentes en la Sixtina del Vaticano. Que recibe este nombre por ser antiguo santuario de Cibeles.
Vaticano = Vaticinio.
Este vaticinio se obtenía de las sibilas, que aun están presentes en la bóveda de la capilla Sixtina en lo alto de la colina Vaticana, lugar donde otra ave divina se presenta a los allí reunidos para guiarlos en la elección del nuevo Pontífice Máximo de la religión de Roma.

Eulalia "la que bien habla" sibila en los santuarios de Cibeles-Rhea.
Los lugares de la diosa se transformaron según el rito paleocristiano, e igual que otros lugares de la península, en la capilla de Santa Eulalia. El rito del misterio de Cibeles fue perseguido ya que entraba en confrontación directa con el nuevo bautismo judéo cristiano. Así se cubrió el estanque del ritual con un nuevo pavimento de mármol y se picaron las pinturas murales inferiores, que seguramente hacían referencia a los misterios de la diosa.

Sí se mantuvieron las características del oráculo de las sibilas en las voces de las aves. Eulalia proviene del griego e incorpora el prefijo eu (eu), que significa bien, propicio, favorable. El segundo elemento, lalia (lália), del verbo lalew (laléo) significa hablar. El conjunto de los dos elementos nos da para el nombre de Eulalia el significado de "Bien hablada", "Elocuente", "Convincente", característica determinante de las Sibilas.

Santa Eulalia vivió entre los siglos III-IV, mujer joven, virgen y mártir que, según las diferentes tradiciones, nació en Mérida o en Barcelona. Dedicó su juventud a impartir enseñanzas y consejos entre los niños y los más necesitados, dejando un gran ejemplo de fe. Dice la tradición que al morir la santa, la gente vio salir de su boca una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo. La Santa, que por esa razón es patrona de las aves, ofrecía sus consejos a los demás; ambas características enlazan con la imagen pagana de las sibilas.

El cristianismo adoptó entre sus creencias a los personajes de las sibilas, presentes en la Biblia, y Santa Eulalia permitió con su leyenda una fácil cristianización de los lugares donde se les rendía culto.

A Santa Eulalia se la venera, además de otros muchos lugares, en la Catedral de Barcelona, ya que es la patrona de la ciudad, e igual que en Lugo en el templo existen en recuerdo del santuario de Cibeles, además del desaparecido baptisterio de planta cuadrada que contenía en el centro una piscina donde se celebraban los bautismos, las imágenes de las sibilas encarnadas en las aves.


Las aves vivas de Santa Eulalia en Barcelona

Lo sorprendente es que en lugar de ser en pinturas murales, en la catedral de Barcelona las ocas, faisanes, codornices y palomas están vivas, son cuidadas con esmero por los sacerdotes y cantan aun hoy sus augurios cada día.

© Carlos Sánchez-Montaña

De Lares y Julianes

Los Lares Viales
Los romanos en la antigüedad rendían en las encrucijadas de los caminos culto a los Lares, eran los Lares divinidades de carácter menor que favorecían y acompañaban en la relación de los hombres con lo divino (imagen1) y que se mostraban a estos en los cruces de caminos. Eran las encrucijadas lugares de intermediación entre lo ordenado, como representación de Logos, y de la naturaleza como representación del Caos.


Templo a los Lares
Templo doméstico a los Lares en la domus Romana de Augusta Raurica

Hasta el final de la republica estos Lares recibían el nombre de Lares Compitales. La palabra compita significa cruce, y designaba las encrucijadas que delimitaban las propiedades agrícolas entre sí y con los caminos.
Los devotos se llegaban a las encrucijadas para conciliar con sus ofrendas la protección de estas divinidades del lugar, solicitaban protección para los campos sementados del vecindario, protección para los enfermos, para los niños, para los caminantes.

Octavio Augusto hizo revivir en Roma las fiestas de estos Lares Compitales, y modificó el antiguo culto de carácter estrictamente rural introduciendo sus altares en 265 cruces de las vías principales de Roma. Los Lares Compitales pasaron a ser acompañantes de los ciudadanos en las encrucijadas urbanas. Se erigieron según las instrucciones del emperador capillas o altares en los cruces designados, y próximos a estos se instalaron bancos para sentarse y meditar. (imagen 2)


Lares
Altar a los Lares en Marmol. Roma

Augusto, durante el imperio, favoreció el establecimiento en Roma de estos altares en las vías urbanas pasando a recibir sus protectores de manera exclusiva el nombre de Lares Compitales.

Igualmente, y de manera simultanea, en las nuevas vías abiertas tras la conquista de los territorios del norte de Hispania, estableció los “nuevos” Lares Viales, que se encargaban de prestar protección a los viajeros que transitaban estos caminos.

Los Lares Viales adquirieron parte de las características de los antiguos Lares Compitales y recayó en ellos la protección de los caminantes en dirección a su destino. Los templos a estas divinidades estaban emplazados en los cruces de caminos y en algún caso próximos a puentes sobre ríos. (imagen 3)


Ara a los Lares Viales en Mediolanum

Es notoria la alta concentración es de elementos epigráficos que existe en la antigua Gallaecia dedicados a los Lares Viales. Se podría decir que el emperador Octavio Augusto se preocupó de igual manera por señalar los cruces de las calles de la ciudad de Roma y a la vez los caminos que llevaban a la Gallaecia.

De las 36 epigrafías conocidas dedicadas a los Lares Viales en todo el imperio, el 77% de ellas han sido encontradas en el noroeste peninsular y del total el 52% en territorio del antiguo convento Lucense.

Si Roma, como ciudad sagrada, debía a este carácter divino su abundancia a encrucijadas augusteas, no es de extrañar que el convento lucense, cuyo nombre proviene de Lucus, bosque sagrado, tenga el mayor número de encrucijadas sagradas.

Estos templos dedicados a los Lares Viales y situados en cruces de caminos o puentes a lo largo del trayecto eran, en su gran mayoría, del estilo toscano; poseían un atrio cubierto anterior a la cella, que permite guarecerse a los caminantes. De esta manera los Lares no solo ofrecían protección espiritual a los caminantes, sino que permitían una protección física frente a las inclemencias de la climatología.

Dice Vitruvio en su tratado sobre arquitectura en lo referente a la orientación de los templos situados en los caminos; “si cerca de los caminos públicos, (los templos) se pondrán de suerte que los pasajeros, vean la puerta y puedan hacer sus acatamientos”. Señala que desde el camino se podrá observar directamente la puerta del templo y así hacer directamente el acceso sin rodeos. A la vez la divinidad podrá contemplar a los viajeros y ofrecerles su protección.

Los Lares son representados como jóvenes, si son hombres, imberbes, con túnicas cortas y que en algunos casos presentan caduceos o varas en sus manos.

San Julián, El Hospitalario
En la edad media y por acción del cristianismo estos lugares sagrados dedicados a los Lares Viales se ofrecieron en su mayor parte a San Julián, El Hospitalario. Patrón de remeros, barqueros, peregrinos y hoteleros.
Su iconografía es la de un joven imberbe vestido como caballero romano y con una espada en una de sus manos. Su vestimenta es de color rojo. (imagen 4-5)


San Julián


San Julián
Imágenes de San Julián el Hospitalario

Leyenda de San Julián, el hospitalario:
“También llamado el Pobre, buenos apelativos para un personaje seguramente de leyenda, que vive fuera del tiempo histórico y que a menudo se confunde con otro Julián que fue mártir y que no tiene nada que ver con él. El Hospitalario, patrón de los posaderos, dio su nombre a numerosas iglesias, hospitales y asilos, y se le evoca por dramáticas vicisitudes en las que la imaginación se inclina del lado de la santidad.
Según la Leyenda Dorada fue un caballero a quien en una cacería el ciervo acosado predijo que daría muerte a sus padres. Para evitar que sucediera tal cosa huyó de los suyos y entró al servicio de un lejano rey, y éste, como premio de sus hazañas guerreras, le casó con una noble viuda y le regaló un castillo.
A él llegaron un día los desconsolados padres, que peregrinaban en busca del hijo perdido, su mujer adivinó quiénes eran y para agasajarles les cedió su propia alcoba. Lo cual fue causa de un trágico error, ya que engañado por las apariencias y creyendo sorprender a la esposa en adulterio flagrante, Julián atravesó con su espada a los dos ocupantes del lecho.
Más tarde, ante el horror de su acción, para hacer penitencia se retiró con su fiel esposa a orillas de un río y allí construyó una hospedería con objeto de socorrer por amor de Dios a los caminantes sin amparo. Muchos años después, Julián prestó ayuda a un aterido leproso que parecía al borde de la muerte, pero que de pronto, resplandeciente de luz y de hermosura, se levantó para anunciarle que Dios le había perdonado.”
http://sagradafamilia.devigo.net/santoral/febrero/12febrero.htm

Estamos una vez más ante una directa cristianización de una creencia pagana en un culto cristiano, las similitudes iconográficas que existen entre una imagen de los Lares Viales y San Julián no deja de ser sorprendente, jóvenes imberbes con similares ropajes y caduceos o espadas en su mano. (imagen 6)


Imágenes comparativas de San Julián el Hospitalario y un Lar romano

No debemos de despreciar las características de protección que a los viajeros y peregrinos ofrecen ambos, siendo de manera directa sus santuarios lugares de protección frente a los peligros que acechan en los caminos.

Y por último la abundante presencia de sus santuarios en las encrucijadas de los caminos, para ofrecer su protección a los peregrinos que los recorren.

Las capillas de San Julián o de San Xiao (en Gallego), coinciden con muchos de los lugares donde han aparecido piezas epigráficas pertenecientes a los Lares Viales.

Los caminos que conducen al convento lucense, donde además de su capital, la ciudad de Lucus Augusti, también se encuentra el Finis Térrae, el actual Finisterre, el medieval “Locus Sanctus” de Santiago de Compostela y el aun más antiguo rió Miño, cuya etimología nos recuerda el sentido de anunciar "Dios entre nosotros". Son los lugares donde no solo han aparecido más de la mitad de todas las inscripciones a los Lares Viales del imperio, sino en donde permanecen la mayor parte de los templos a San Julián, el Hospitalario, de la península.

La certeza de que las tierras que soportan las diversas capillas de San Julián o San Xiao son las mismas que hace dos mil años soportaron un templo de origen romano lo podemos comprar en muchos caminos que conducen al convento lucense, hacía el oeste.

Templo de San Julián en el Puente de Alcántara
Los Romanos dedicaron el puente a Trajano y a los dioses y para ello levantaron en el centro del mismo el Arco de trajano y El Templo de San Julián en la cabecera del puente. Es un pequeño templo con 5,86 metros de largo, 4,10 de ancho y 6,61 de alto con dos columnas toscanas a ambos lados, de piedra de granito y techumbre a dos vertientes. Su planta es rectangular y pertenece al sencillo templo del tipo "in antis" (imagen 7-8-9)


Templo romano de San Julián en el puente de Alcantara
Es un pequeño templo de estilo toscano con 5,86 metros de largo, 4,10 de ancho y 6,61 de alto con dos columnas toscanas a ambos lados, de piedra de granito y techumbre a dos vertientes. Su planta es rectangular y pertenece al sencillo templo del tipo "in antis"


Ampliación del texto latino

Está precedido de escalinata. En la puerta tiene dos columnas toscanas, las cuales, y las molduras de su cornisa y frontón son los únicos adorno que ofrece la fabrica, que es de sillería almohadillada, del mismo estilo constructivo que el puente y repetido frecuentemente por los romanos en todas las construcciones y fue discretamente restaurado por Alejandro Millán, que también restauró por arte del puente en 1856, en tiempos de Isabel II, pero sin que los monumentos perdieran para nada su absoluta e intangible originalidad romana, cerrando la puerta del templo con una verja de bronce.

El interior lo constituye una capilla o "cella", con huellas de haber estado dividido en dos compartimentos, "naos" y "pronaos". En él está enterrado el arquitecto que construyó el puente y el templo, Cayo Julio Lácer, con una inscripción en la cual se lee, entre otras cosas, "seale la tierra leve".

En el frontispicio del templo de San Julián hay una bella inscripción en latín que traducida al castellano, dice lo siguiente:
"Este templo en la roca del Tajo, de los supremos dioses y del César lleno, donde el arte se ve vencido por su propio objeto, quizás la curiosidad de los viajeros, cuyo cuidado es de saber cosas nuevas, se pregunte quién lo hizo y con qué intención. El Puente, destinado a durar por los siglos del mundo, lo hizo Lácer, famoso por su divino arte. El mismo levantó este templo a los divos Romúleos y a César. Tanto por lo uno como por lo otro, su obra es acreedora del favor celestial.
http://www.terra.es/personal6/estherdurant/sanjulian.htm

El especial emplazamiento del templo (contra el talud del terreno) no facilitó el cambio de configuración y orientación del templo romano y tuvo que permanecer igual durante el culto cristiano.

Templo de San Xiao en Lugo
Otro ejemplo existía al llegar a Lugo hasta este mismo verano del 2004, en el barrio de la ciudad llamado de San Xiao podíamos contemplar la excavación arqueológica de un antiguo templo de planta toscana y que posteriormente fue convertido en la iglesia de San Xiao, modificando su orientación, y añadiéndole un ábside y un vestíbulo de entrada a la planta romana con tres naves. Su emplazamiento, orientación y dimensiones seguían exactamente lo estipulado por Vitruvio en su tratado de arquitectura. (imagen 10-11)

San Xiao de Lugo

San Xiao de Lugo
Restos de la planta de cimentación del templo de San Xiao de Lugo, anteriormente templo romano. (expoliado impunemente en agosto 2004)

El edificio, de planta rectangular, poseía las dimensiones designadas por Vitruvio para las plantas de los templos de estilo toscano, su orientación respecto al cruce de caminos que en el lugar se produce, sigue de manera exacta lo determinado por Vitruvio en sus libros, en el capítulo que describe la orientación de los templos según su emplazamiento. Su puerta se abría hacia el cruce y a oriente, para que los caminantes pudiesen ver la imagen en su trayecto hacía Lucus Augusti.

Templo de San Julián do Camiño en Palas de Rey
El convento Lucense esta lleno de ejemplos, estos perduran como cristianización de los Lares protectores de los caminos en la imagen de San Julián el hospitalario, quizás uno de los más hermosos por la pervivencia del paisaje y su arquitectura verdadera es el San Julián do Camiño en Palas de Rey. (imagen 12-13)




Templo de San Julián do Camiño en Palas de Rey. Lugo

El santo con sus ropajes antiguos y de color rojo vigila el camino desde la ventana del ábside dirigido a oriente y construido sobre la traza antigua dirigida al camino, al cambiar la orientación pagana por la nueva cristiana hacía al oeste el ábside tuvo que construirse sobre el camino, ocupándolo.
Los peregrinos del siglo XXI reciben a su paso la protección del Santo desde la ventana, protección en su caminar hacía el Finis Terrae.

La innumerable dedicación de templos a San Julián o San Xiao en Galicia, y en especial en la provincia de Lugo, es testimonio de las cimentaciones aun en uso de los antiguos templos romanos que perduran en los caminos del convento lucense. El convento sagrado de Augusto.

Templo de San Julián de Prados en Oviedo
Sin embargo la mejor prueba de lo expuesto se encuentra fuera de Galicia, en Oviedo, allí emplazado en un antiguo cruce de caminos, se erige uno de los templos más populares dedicados al santo, San Julián de Prados, catalogado como “el más antiguo y mayor de los edificios prerrománicos que aún se conservan”. (imagen 14-15-16-17)


San Julián de Prados


Planta de San Julián de los Prados.
1. Nártex o vestíbulo
2. Nave principal
3. Naves laterales
4. Transepto o crucero
5. Dependencias laterales
6. Abside central
7. Absides laterales




Vistas interiores

El templo se articula en torno a una planta basilical de tres naves, la central más alta y ancha que las laterales. Están separadas por arquerías de tres tramos sobre gruesos pilares. Los espacios que encontramos de oeste a este son los siguientes: vestíbulo, cuerpo de naves, crucero (con dependencias laterales) y cabecera.
http://usuarios.tiscali.es/_poe_/santullano.html

Si pudiésemos realizar un análisis de su cimentación, similar al que se verificó en San Xiao de Lugo, observaríamos que los cuerpos edificados en la edad medía fueron para producir un cambio en su orientación y culto. El nartex o vestíbulo a occidente cambia la entrada de acuerdo con lo estipulado en la corte Carolingia y en contra de la orientación antigua, de manera que las entradas por oriente se cubren por tres ábsides y a la vez se le añaden a norte y a sur dos dependencias auxiliares para convertir la planta toscana original en planta de cruz.

Estas modificaciones eran fácilmente observables en la planta descubierta en San Xiao de Lugo. En Oviedo podemos analizar como el cuerpo de las tres naves centrales guarda exactamente las proporciones 6/5 que Vitruvio establece para los templos de planta toscana. (1) (imagen 18-19)


Planta de Templo romano a la toscana. Según los dibujos de Ortiz y Sanz sobre Vitruvio


Templo Toscano

El análisis arquitectónico del templo de San Julián de Prados y su comparativa con la planta de templo toscano vitruviano permite afirmar que en este caso concreto la edificación prerrománica fue levantada utilizando la cimentación preexistente de un antiguo templo romano, de planta toscana, emplazado en el cruce de caminos. (imagen 20)


Comparativa de las plantas del templo de San Julián de Prados de estilo prerrománico y de un templo romano estilo toscano (Vitruvio)

Ambas pertenecen a un mismo edificio en su origen. El cambio de culto, de pagano a cristiano, modifica la orientación de acceso (de oriente a occidente) y la estructura de la planta.
Se mantiene la cimentación original romana en las naves centrales y se añaden cuerpos en el perímetro para obtener una planta en cruz.
Se mantiene en las naves centrales la proporción 6/5 descrita por Vitruvio en su tratado de arquitectura.
La arquitectura romana permanece en las cimentaciones de innumerables templos del prerrománico.

Esta construcción resolvió el cambio de orientación, de oriente a poniente, según el nuevo rito cristiano, y el añadido de cuerpos auxiliares en sus cuatro fachadas para la obtención de un crucero.

El ejemplo ovetense puede extrapolarse a muchos de los ejemplos de templos cristianos construidos sobre templos antiguos. Es muy fácil en un primer análisis comprobar que al acceder por el camino que se dirige al templo, quien nos recibe es el ábside de la edificación, cuya misión en el cambio de culto, no fue otra que la cubrición de la puerta original pagana orientada al “Oriente”.

Los caminos a Galicia muestran su pasado presentando los ábsides de sus templos al caminante.

Encrucijadas en el convento Lucense:
Son varios los cruces de caminos en el territorio lucense que presentan la coincidencia de San Xiao (San Julián) y restos arqueológicos de origen romano.
Algunos de ellos son:

-San Xiao de Moraime, Muxia. conjunto Histórico-Artístico, estilo románico del sigloXII, en donde aparecieron restos de una necrópolis romano-cristiana

-De la época galaico-romano es el yacimiento de San Xiao do Trevo, en Cariño donde existe una ladera cubierta de terrazas y en las que se encuentra una capilla del santo.

-Por un angosto sendero entre la arboleda se sitúa el viajero ante la iglesia de San Xiao de Poulo, en Outeiro de Arriba, provincia de A Coruña con restos romanos.

-Ferrol con una iglesia parroquial, la primitiva iglesia de San Xiao, existente por lo menos desde el siglo XI. La construcción tenía “arcos bóvedas y artesonados”, “con muros gruesos y contrafuertes”, por lo que se piensa que podría ser románica. Esta iglesia fue demolida en el siglo XVIII a causa de las obras del arsenal.

-San Xiao de Vea, Gondomar de Abaixo, A Estrada

-Castro de San Xiao en San Xiao do Monte, Toques, Melide.


© Carlos Sánchez-Montaña

(1) Similar proporción 5/6, descrita por Vitruvio, la conservan en su cuerpo central otras plantas del prerrománico asturiano:
-Santa Cristina de Lena.
-San Salvador de Valdedios.